Pixo es una de esas herramientas que todos buscamos cuando queremos realizar pequeños retoques fotográficos en algunas de las imágenes que no han salido como queríamos y no queremos complicarnos la vida con complejos programas de edición que no sabemos usar.
Esta aplicación es bien sencilla ya que sólo dispone de una función, la del pincel. Para todos aquellos que crean que una única función puede resultar demasiado simple, están muy equivocados: Pixo dispone de tantos efectos aplicables que nos parecerá una herramienta casi infinita.
Su interfaz es muy cómoda y en ella no encontraremos la maraña de herramientas indescifrables que solemos encontrar en otras aplicaciones. En Pixo contamos con una sección a la derecha en la que se encuentran todos los efectos a aplicar y los cuales podrán ser regulados en intensidad con la barra inferior.
Con el pincel tendremos que seleccionar qué zonas de la imagen queremos aplicar según el efecto y seleccionar su tamaño para realizar con exactitud nuestra edición.
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